Farmacéutico, estableció en 1936 el primer labo­ratorio particular de análisis clínicos en San José y, anexo al laboratorio, una venta de productos farmacéuticos. Probablemente fue la pri­mera persona que importó produc­tos genéricos, principalmente in­yectables de casas francesas de gran prestigio. Fue profesor en la Escuela de Farma­cia, ocupó el cargo de jefe del la­boratorio de química, biología y parasitología del Hospital San Juan de Dios, en el que colaboró con Clodomiro Picado en su trabajo con sueros ofidios, así como difusor de una campaña que permitió la promulgación de la Ley antiofídica en 1926 y que permitió el establecimiento de un serpentario en el Hospital San Juan de Dios para exportar el veneno cristalizado al Instituto Butatán de Brasil, el cual preparaba los sueros antiofídicos para Costa Rica. Realizó investigaciones sobre parasitología humana y de animales.