Primer árbitro costarricense en los II Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Cuba; durante varios años se desempeñó como fiscal del Comité Olímpico Nacional. Colaboró en la realización del Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fútbol, en la Liga Regional de Béisbol Menor y en el Campeonato Nacional de veteranos de béisbol. Entre 1929 y 1942 tuvo diferentes cargos en la Liga Nacional de Fútbol, la que posteriormente pasaría a conocerse como Federación Costarricense de Fútbol y en la Unión Nacional de Ciclismo. Participó activamente en la creación y organización de entidades como el Colegio de Árbitros, la Asociación Costarricense de Árbitros de Béisbol, la Galería Costarricense del Deporte y la Dirección de Deportes. Publicó varios libros sobre el desarrollo del deporte. Por su destacada carrera arbitral fue acreedor de reconocimientos como la medalla de oro que le otorgó la Federación costarricense de béisbol aficionado en 1929, así como la designación de Benemérito del Deporte Costarricense en 1974 por parte de la Dirección de Educación Física y Deportes. Integra la Galería Costarricense del Deporte a partir de 1982.