Religioso, graduado en teología y derecho canónico, activo participante de la vida política, social y religiosa del país. Se ordenó sacerdote en 1856, fue Primer Racionero del Cabildo Metropolitano en 1862, tesorero en 1864, y secretario de cámara y gobierno de la Curia en 1865. Acompañó a Monseñor Anselmo Llorente en 1869 al Concilio Vaticano I. Fue rector del Seminario, deán del Cabildo, vicario capitular, y diputado al Congreso Constitucional. Designado tercer obispo de Costa Rica, pero por su delicada salud no pudo ocupar el cargo. Un hogar de ancianos de San José lleva su nombre, institución que, gracias a un grupo de damas de la Sociedad de San Vicente de Paul, que el mismo padre Ulloa había establecido, tuvo su primer asiento en 1877 en una casa situada al costado norte del Sagrario de la Catedral Metropolitana. Posteriormente se denominó Hospicio de Incurables, nombre que se cambió en 1943 por el de Asilo Carlos María Ulloa, en su honor.