Sacerdote, educador y agricultor, tuvo una influencia determinante para el asentamiento de la villa de Desamparados en 1855 y la creación del cantón en 1862. Llegó como cura a Desamparados en 1847, se dedicó a proyectos educativos, el trabajo colectivo y las obras comunales en pro de la transformación social. Luchó contra Braulio Carrillo en la Guerra de la Liga, fue condenado a muerte e indultado en 1842.