Escritor costumbrista, político y educador, fue uno de los creadores de
la imagen nacional de Costa Rica: el Premio nacional de cultura lleva su
seudónimo. Sus crónicas y cuadros de costumbres versan sobre asuntos y
actividades menores de la vida cotidiana e incorporan el habla popular o rural;
abunda la descripción nostálgica de actividades y lugares conocidos por el
lector del momento. En su relato más
destacado, "La propia", plantea la ruptura del idilio
campesino, atribuida a motivos morales, pero en el fondo, debida a razones
económicas ligadas al comercio del café.
Se le eligió
diputado al Congreso Nacional en 1895,
inicialmente fue partidario de Ascensión
Esquivel. En su trayectoria política fundó
el periódico El país para combatir a Rafael Iglesias en 1901. Inició la publicación de sus cuadros de costumbres con Nochebuena en
el periódico La patria, de su primo Aquileo Echeverría. En 1889 viajó a Colombia y fue nombrado vicecónsul de Costa Rica en Bogotá; regresó en 1892 y se dedicó a trabajar como procurador de
negocios judiciales. En 1906 laboró como profesor de castellano en el Liceo de Costa Rica y el Colegio Superior
de Señoritas. Entre 1910-1915 fungió de cónsul general de Costa Rica ad honorem en Nueva York. Fue también
auxiliar del Departamento de Estado para Asuntos Latinoamericanos. Fundó la Asociación Latinoamericana de Nueva York, de la cual fue
Presidente, el Círculo Literario Hispanoamericano de Nueva York y la
Sociedad de Beneficencia Española. En Estados Unidos trabajó también
como profesor de castellano en
un colegio y una universidad. En 1924
fue nombrado Inspector de Consulados de Costa Rica en Estados
Unidos, cargo que desempeñó ad honorem
hasta mayo de 1932, cuando fue nombrado
embajador de Costa Rica en Washington,
durante la tercera presidencia de Ricardo Jiménez. En
1934 se le asignó el cargo de Ministro
Residente en Washington. En 1936 se enfermó
gravemente y regresó a Costa Rica, después de treinta años de ausencia.
Fue declarado Benemérito de las Letras Patrias en 1953.